Esta chica ha aceptado una cita de un hombre al que acaba de conocer; la ha llevado a cenar y, en definitiva, ha conseguido que vuelva a ser feliz, por lo menos durante unas horas. Como agradecimiento, la tía le ha bajado la bragueta en el coche y se la ha comido durante un buen rato. Primero ha chupado con una velocidad muy reducida y luego la ha ido incrementando; al final ha conseguido que se corra en lo que se conoce como un tiempo récord.